Como profesional de los estados anímicos, os digo que he descubierto uno nuevo, creado exclusivamente por las compañías de servicios multinacionales, y dirigido a los incautos consumidores. No es estrés porque es más pasajero, pero te da un subidón de adrenalina que para qué.
Paso a contar:
Hace unos días me empezaron a llegar unos mensajes que decían lo siguiente:
¨Ingresaste a navegar en Internet y te vamos a descontar un peso por este día así podrás navegar hasta las 24 horas del día de hoy".
Fueron incontables, las llamadas que hice para que me descontaran esta increíble promoción, que por lo demás no había pedido, no había usado y se activa por el mero hecho de tener un smart phone.
Me sugirieron:
Que cambiara de equipo. O sea de celular.
Que me mate.
Que no estamos para tí
Que te den por saco maja.
Que si te he visto ni me acuerdo
Que nos da la gana de hacerlo así, porque somos poderosos y tu una pringada social ¿vale?
Que ni locos te devolvemos los diez pesos que ya te afanamos ¡estaría bueno!, ¿a ver que se ha creído esta?
Eso los días que tuve suerte y no me colgaron a los cinco segundos. Cansada de llamar al *111 fuí a las oficinas personalmente. ¿Alguien se ha dado cuenta de lo difícil que es encontrar las sedes de estas compañías en sus páginas WEBS? Ja, ja huelen a mafia.
Una vez allí, entro y apenas había ingresado al local, me detiene un gordito "imbuídatodasupersonadelapolíticadelaempresa" por eso estaba tan gordito. Me pregunta que quería, paso a explicarle y allí mismo, en la pared de la entrada, descuelga un teléfono y me lo pasa.
Chau¡qué bueno¡¡¡ pensé para mis adentros. Ya está, me mandaron con el jefe y me lo van a solucionar.
NOOOOOOOOOO me había pasado con el *111 y más o menos me dijeron barbaridades del calibre que ya les conté.
Que ese servicio no se podía desconectar de mi línea.
Que es un servicio que ofrece la compañía para todos sus asociados y que daba igual si no lo quería, eso es lo de menos.
Le intenté explicar como era la situación, poniendo un ejemplo de la barbaridad que estaban cometiendo: "Es como si paso por delante de una frutería y el vendedor me mete un kilo de naranjas en la bolsa y se empeña en cobrármelas, no, no, ni eso, me mete la mano en la cartera y me saca el importe".
Bueno señora esto es así.....
Ahí llamé al gordito.
NO, no, me decía el obesito, Tiene que hablar usted.
NO, no, le digo, es que he topado con un psicópata sexual y me está haciendo propuestas deshonestas. Ahí el gordito (a quien ya le había visto carita de libidinoso, con ese pantaloncito ajustado de tiro bajo y las gafitas de postmoderno), me sacó el teléfono y se puso a charlar con el anónimo y nunca bien ponderado *111
Al final Gordito le explicó todo al del *111 quie me estaba proponiendo, en realidad, que actualizara mi teléfono con el último programa de Mac y a quien yo le había contestado: NO ME DA LA GANA.
OK. Todo bien. Me lo arregló Gordito como un favor, se metió en su computadora, y tras varios intentos y cuchicheos con el otro operario del tipo: "estos *111 no tiene idea de nada". Me desconectó la opción. Me dijo que lo hacía como una EXCEPCIÓN.
Se quedaron con 11 pesos míos.
No tiene importancia.
Lo que me da bronca es:
1)¿Cuantos millones de usuarios han sido robados? ¿ y cuántos como a mí, después de tanta lucha, los diez pesos les parecen un mal menor?
Un millón por diez pesos son....
2) La otra cosa que me irrita es: ¿Por qué no se me ocurrió montar una empresa de telefonía celular? para robar de a puchitos, que se nota menos.
Hoy tuve que volver y había una señora que casi aporrea al empleado, y eso que era mayor y bajita...
