
La foto nada que ver, es que me dio perezus bajar las últimas , esta tiene dos semanas por lo menos, de cuando fuimos a Mar del Plata con Gonzalo. Ese si que está chapita total, hoy con los ahorros se compró una espada de verdad en el barrio chino, de esas enooormes, ya le dije que cuando compras tu primera espada tienes que templar el carácter.Supongo ¿no?.
Bueno a lo que iba, que como no había visto los comentarios anteriores.
Si tienen una cámara de fotos digital, con eso es suficiente para empezar a tirar todo María Rosa. Idea de tu hermanita Pili, que dice que en dos Gigas de memoria, te entran muchas más cosas que en veinte armarios, y no hay que sacarles el polvo y no ocupan espacio y no se lo comen las polillas.
Así que a lo que le tengas mucho cariño, foto que te crió. ¿Le hiciste una a la olla? yo la quería ver.
Me trae tantos recuerdos ese pitido. Ja, ja, es verdad Alicia, donde se ha visto una olla que no pite.
Yo lo que me propuse hace un par de meses, es tirar al menos una bolsa (una de las de supermercado, no de las más grandes negras) de cosas diaria. y lo fuí consiguiendo cada vez me cuesta más, pero me falta tanto por tirar.
A mi me vino una señora para hacerme un estudio de Feng Shui en la casa y me hacía tirar todo que dice que las cosas acumuladas crean Sar Chi, y la verdad es que me siento mucho más liviana desde que tengo la casa más despejada.
Laura el cuadrado era lo que sale en la página cuando metes el embed de un vídeo. Aquí ahora se ve un signo de interrogación en un cuadrado mínimo, pero el primer día se veía un aspa azul con un espacio enorme.
Pero bueno ya veo que son cosas de la Internet.
Quería compartir un agradable recuerdo con vosotros.
Cuando tenía.... 10 u once años cambiaba de escolaridad creo que empezaba el bachiller o algo así. Entonces me querían mandar a algún colegio de esos que elegían nuestros padres tan raros y María Rosa se interpuso y participò activamente en la elección, al final decretó que iría a uno que tenía un uniforme precioso, me tomaron un exámen debería haber estudiado allí. En lugar de eso, me equivoqué de autobús y caí en el colegio de Las Sanas (Santa Ana) y cuando empecé a llegar a casa diciendo que las monjas me decían que llevara el uniforme... ahí se dieron cuenta que llevaba un tiempo yendo al colegio equivocado. Todo porque me confundí de autobús. Debían parar uno al lado del otro. Tal vez en su momento pensara que a última hora cambiaron de opinión y no me mandaron al colegio del bonito uniforme.
Cuestión que terminaron echándome y todo, fue un desastre mi paseo religioso.
Pero nunca me voy a olvidar de la determinación de María Rosa. Sentí que para ella era importante que estudiara y desde entonces no paré hasta que conseguí unos cuantos logros académicos.
¡¡¡Gracias hermana!!!! por ese gesto que seguro me cambió bastante la vida.