martes, 28 de febrero de 2012

Hablé con Enrique


Llevaba pensando que no le preguntaría como estaba, porque seguramente era lo que todos le decían, y porque se cae de maduro ¿no? A pesar de ello fue lo primero que le solté. Pero ya lo conoceís, con el sentido común que lo caracteriza, me dijo que no me preocupara, que no estaba repartiendo premios a la originalidad de los llamados.
Finalmente se me cortó la comunicación cuando intentaba animarlo a darse una vuelta por el cono sur, porque las tarjetitas esas cuando llamas a un celular duran lo que un suspiro, así que cuando menos lo esperábamos .. ¡plaf! se cortó.
Aunque no sabemos si alguna vez se asoma por aquí, me gustaría decirle por escrito cuanto lo amamos y lo apoyamos, cuanto de incondicional ha sido como hermano, siempre ahí, en las buenas y en las no tan buenas y cuantísimo que lo queremos. A este maravillloso hermano que la vida me dio me gustaría hacerle saber que no tiene nada más que hacer una pequeña señal para que le caigamos en banda.

Bueno hermano, después cuando volví con otra tarjeta, ya no te pude encontrar y me quedó esto por decirte.

1 comentario:

MALU dijo...

Me maravilla la capacidad para expresar un sentimiento tan real por los que hemos tenido la suerte de vivir contigo Enrrique