miércoles, 5 de noviembre de 2008

EN BUENOS AIRES 5 de Noviembre de 2008



Hay días que amanecen nublados, el cielo se rompe y la tierra se abre bajo tus pies, pero lo peor es el dolor que te oprime las costillas hasta casi dejarte sin respiración.
Son buenos días para sentarnos a cavilar en todo lo que logramos, pero sobretodo son días en que hay que poner cada cosa en su lugar. El afuera hay que dejarlo afuera y preservar nuestro mundo interno.

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