jueves, 25 de septiembre de 2008

NITRÓGENO


Dentro de un lingote de oro, oro líquido (Aceite de Oliva Virgen Extra) emulsionado como una mantequilla y pan. (oro líquido nitro 2007)

Se trata de un aceite texturizado y recubierto de una capa de gelatina pintada con oro comestible, acompañado de un poco de caviar de Riofrío. Una de las cosas buenas que tienen los productos grasos al texturizarlos con el nitrógeno es que una vez que te lo metes en la boca se deshacen con el calor. Una sensación muy agradable sentir como se funde, aunque lo que no me convence es la capa de gelatina que recubre al aceite. Me resulta ligeramente gomosa, aunque eso son gustos y ya que yo no sería capaz de hacerlo mejor tampoco creo que sea quien para criticarlo. Acompañado, aparte del caviar, con un polvo de pan.
Aquí viene clarito lo del efecto del nitógeno :P
Que levanten la mano los que lo hayan probado, aquí desde luego yo no lo he visto.

Pero antes del nitrógeno.. empecemos con lo más simple:

Huevos fritos

Se fríen los huevos en manteca de cerdo o en aceite; cuestión de gusto, manía o presupuesto; pero fríanse en lo que o con lo que se quiera, se han de freír lo mismo; porque, aceite o manteca, han de estar preparados para la operación de modo que el aceite esté desprovisto de su mal olor y sabor acre, y la manteca enteramente anhidra, es decir, sin agua.

Deben hacerse los huevos fritos uno a uno, y servirse a medida que se van haciendo, y en el acto, desde la sartén al plato.

En una sartén grande, mejor que pequeña, se echa el aceite o manteca en cantidad de diez veces mayor que el volumen de un huevo, y esto para freír media docena, que si fuera más sería preciso añadir líquido durante la operación, si ésta no se empezó, calculando las cantidades.

Se rompe el huevo, se echa la clara en una taza y la yema en otra, se agita ligeramente la clara sin batirla y se pone la sartén sobre fuego vivo.

Caliente el líquido, aceite o manteca, humea luego con un vapor tenue, que toma el color parduzco, para trocarse en ese humo azulado, característico de todas las grasas cuando se inicia en ellas la ebullición.

Pues bien; en ese momento, que el que quiera puede llamar histórico, se retira la sartén del fuego, se vierte la clara al hilo, desde un palmo de altura, como si se transvasara, y hecho esto, de un golpe, sin perder tiempo y con suma rapidez, se arroja la yema en el medio de la clara. Se tapa la sartén, y en tres minutos después se quita la tapadera y se saca el huevo frito, colocándolo en el plato en que se ha de comer.

Nada de sal, ni un puntito, como vulgarmente se dice: el consumidor ha de ponerla a su gusto.
El huevo así frito, es el huevo frito según ritual.

Mide en el plato un diámetro de 10 a 12 centímetros. La clara blanca, limpia y trasluciente, cubre con una telilla la yema, completamente esférica y bien cuajada, y el anverso del huevo estará ligeramente tostado.

Del mismo modo se sigue la operación para ir friendo cada huevo hasta lo infinito, porque el que hace un huevo hace ciento.

Véase como lo más fácil, según todo el mundo, resulta ser lo más difícil en cocina. Buena prueba de ello, que serán poco los mortales de ambos sexos que no hayan hecho alguna vez, sin ser cocineros, un par de huevos fritos, o que no se atrevan a hacerlos; pero el sistema empleado por ellos es que podría llamarse de mogollón, o huevos fritos mal fritos.

Huevos fritos mal fritos

Se casca un huevo y en seguida otro, se zambullen en el hirviente líquido, que recibe a la pareja con una algazara que recuerda las primeras notas del himno de Riego. Júntanse las yemas si son amigas, o huyen si están de monos, para cuajarse en las claras, cuya vista y estructura dejan mucho que desear.

A esto se llama un par de huevos fritos, y con efecto, dos huevos son, y fritos están, y por ende se comen con gusto -yo el primero;- pero aquí trátase en este libro, del precepto técnico aplicado a la práctica, y no de lo que comunmente se hace.

Esto es según Angel Muro (que no tengo el gusto) en "el practicón"

Por cierto que la foto la saqué de un blog llamado Gastronomicae os recomiendo verlo porque es muy buena onda el pibe.

De las tantas buenas fotos que tiene el blog sobre cocina, saqué esta porque está en un libro de Juan Manuel Iglesias ¿no? y se titula la cocina en la Edad Media

Bon Profit!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no me deja publicar

Mercedes dijo...

Eres tú María Rosa?
Seguro que te encantó la receta de los huevos fritos.
Manda un SOS informático a alguno de tus chicos.
Por lo demás no te preocupes, es porque trabajas con PC, no hay caso los safones son mente Mac.
Yo se lo que te digo, porque hasta la fecha para lo único que usaba la computadora era para buzón.
Me voy a ver la foto de Guillermo
¡Besos preciosa!