Este viaje también ha sido de reubicar espacios.
Por ejemplo me encontré una Marisa Marmol diciéndome orgullosa que aún tiene mi sillón (el que dejé hace 18 años) o Laura diciéndome ¿qué hago con los libros? Mari Pi aferrándose a una lámina que pensó era de mi elección (después de saber de donde provenía creo que ya no le hará tanta gracia), me encontré tirando muchos recuerdos de nuestra infancia, me encontré con regalos inesperados que irán apareciendo en este blog de a poco ¡imaginen que volvimos con seis maletas!.
En cuanto a los objetos debo decir que si encuentran su espacio y están cómodos es una alegría para la vista, si no, tienen que circular, son pequeños soportes de vivencias que significaron mucho para nosotros, cuando ensanchemos nuestra alma y confiemos en nuestro inconsciente y en nuestros afectos podremos desembarazarnos de muchísimas cosas que nos entorpecen el paso y nos llenan de polvo la existencia.
Gracias a todos por hacerme sentir tan querida.
Besos
1 comentario:
Que bonito lo dices .....
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