YA

HOLA!
Llegué el Miércoles y desde entonces ando poniéndome al día con el blog (bueno, y alguna cosa más he hecho). Felicidades retroactivas a todos los que habeís cumplido años. En el paraíso socialista (como lo llama mi padre) internet va a pedales y no entré por el saloncito.
Os pongo un par de fotos para aclarar que el trocito que se veía en la foto de otra entrada era de mi madre. En la primera foto se la ve: misma camiseta, mismo peinado ye-ye. En la tercera foto: ahí está sujetándose la cabeza (haciéndo un poco de introspección: ¿quién no se recuerda a si mismo en esa misma postura? ¿será de nuevo el ataque de la genética o que todo se pega menos la hermosura?)

No sé si será jet-lag lo que tengo, pero estoy hecha polvo. Para mí que sería algún virus que pillé con tanto aire acondicionado del avión. Y eso que antes de despegar nos rociaron con desinfectante. Para los expertos en vuelos transatlánticos: ¿es lo normal?

Mi estómago está hecho un asco. No fue hasta mi último día, algo que tomé en La Habana me atacó, lo justo para volver a España tocada. Yo sinceramente, después de ver caer a todo el mundo, no puedo más que pensar que los veraneos en Vinuesa, Pirineos, incluso las aguas del Moncayo prepararon mi cuerpo para resistir al acecho de las diarreas cubanas!
Creo que voy a prescindir de la comida durante el día de hoy y a ver si así deja de dolerme la tripa. Y el resfriado voy a intentar curarlo en la playa, ea!

besos!

Ah! Cuba muy bien, por cierto